A diferencia de las otras virtudes cardinales, la Justicia sólo puede darse en las relaciones sociales, ya que sólo con otros se puede ser justo o injusto. El hombre justo es el que se preocupa por el otro, y tiene voluntad de dar a cada uno lo suyo y de no dañar a ninguno. El hombre justo es el que trata bien a los demás, contribuyendo a su dignidad y respetando sus derechos.
La Justicia, una de las cuatro virtudes cardinales, se define como «hábito moral, que inclina a la voluntad a dar a cada cual lo que es suyo». Esta virtud se suele asociar a las leyes de un Estado, sin embargo también se ha de ajustar a la ley moral natural y, en gran medida, a […]