Jesús vive…

Compartir nuestra vida dentro de una comunidad nos da fuerzas para trascender nuestras limitaciones personales y es fuente de alegría para nosotros. Nuestra vocación nos mueve a construir un mundo de paz y esperanza, pero no podemos hacerlo solos. 

Y te quiere vivo…

Te proponemos lo siguiente: 
— Piensa en cuál podría ser tu vocación en esta vida. 
— ¿Crees que esa vocación tiene todo su sentido si la vives de forma individual?
— ¿En qué te ayuda si la vives y compartes dentro de una comunidad?

«Os digo, además, que si dos de vosotros se ponen de acuerdo en la tierra para pedir algo, se lo dará mi Padre que está en el cielo. Porque donde dos o tres están reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos» (Mt 18, 19-20).

Oremos.

Cristo, tú que eres eternamente joven
y haces nuevo todo lo que tocas,
lléname de tu vida.

Ayúdame a reconocer para qué estoy hecho,
qué sentido tiene mi paso por esta tierra,
cuál es tu proyecto para mí.
Condúceme al encuentro con los demás,
a la misión sin fronteras ni límites,
y hazme caminar contigo
hacia un horizonte siempre nuevo.

Enséñame a mostrar la belleza
de la generosidad y del servicio,
de la fidelidad a la propia vocación
y del amor a los pobres,
para que todos sientan
el calor de tu misericordia.

Tú, el Amigo, el eterno viviente,
que viniste para darme vida,
y vida en abundancia,
hazme VIVIR.

Amén.

Que tengáis un buen día.

#ColegiosDiocesanos #tueresmihijoamado #QuédateEnCasa #EsteVirusLoParamosUnidos 

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