Los profesores juegan un papel decisivo en la vida del colegio, puesto que están directamente implicados y colaboran en la preparación, realización y evaluación de nuestro Proyecto Educativo. Su actitud y competencia son los pilares básicos de la tarea educativa que desarrollamos en nuestro centro.
Reconocemos a los profesores el derecho que tienen al ejercicio de la libertad de cátedra, dentro de los límites dados por las características específicas del nivel educativo en que imparten su enseñanza y por el carácter propio de este centro. Carácter que respetan desde el momento de su incorporación en nuestra comunidad educativa.
Las familias y la Iglesia confían a los profesores, como personas y como comunidad, la tarea educativa en la escuela. Ellos, con su acción y testimonio, han de favorecer la verdadera educación integral de los alumnos de acuerdo con nuestra antropología, con Jesucristo como modelo de persona. Por ello, la selección del profesorado de los Colegios Diocesanos se realiza teniendo en cuenta criterios de profesionalidad y de aceptación y compromiso con el ideario católico del centro.
El profesor de un Colegio Diocesano está llamado a:
- Mantenerse fiel a su designio, enviado por la Iglesia y al servicio de la Diócesis, para cooperar en la educación de la persona en todas sus dimensiones. El profesorado de nuestro centro está en formación permanente en los ámbitos pedagógico y religioso para poder desempeñar esta importante misión.
- Actuar en el día a día con competencia, entrega y testimonio, siendo fiel testigo del carácter propio del centro.
- Sentirse directamente implicado en la elaboración, ejecución y evaluación del proyecto educativo.
- Reconocer en cada alumno una persona única que merece todo su cuidado, evitando cualquier tipo de discriminación, comparación, ya que todos y cada uno tienen la dignidad de criaturas de Dios.
- Ser cauce de la relación entre el colegio y los padres, mediante una actitud cercana, accesible, frecuente y en comunión, como colaboradores que comparten la misión educativa.
- Favorecer un clima de fraternidad y diálogo, trabajando en comunión, manteniendo la unidad de criterios necesaria para dar coherencia y continuidad a la labor educativa.
- Participar en los proyectos y acciones propuestas desde la Fundación San Vicente Mártir, en la medida que favorezcan, refuercen, ayuden a un mejor desempeño de su misión y de la del centro.
- Tener disponibilidad para participar de forma activa en los órganos de gobierno del centro, tanto en los unipersonales como en los colegiados, en función de sus capacidades y de acuerdo con su identidad cristiana.
- Acompañar la integración de los alumnos en la comunidad parroquial.
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