La Justicia, una de las cuatro virtudes cardinales, se define como «hábito moral, que inclina a la voluntad a dar a cada cual lo que es suyo». Esta virtud se suele asociar a las leyes de un Estado, sin embargo también se ha de ajustar a la ley moral natural y, en gran medida, a las normas sociales y costumbres de un pueblo y cultura.
El ser humano no podrá alcanzar su realización plena hasta que se una definitivamente a Dios y, por ello, la Justicia no trata de garantizar los deseos, opciones o pretensiones de cada persona, sino de aquello que realmente les es propio por derecho, por razón o, simplemente, porque es lo justo; por ello, la Justicia es la gran virtud social que trata de armonizar a las distintas personas, que viven dentro de un entorno social.
“Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados” (Mt 5, 6).
Oremos.
Dios te salve María,
llena eres de gracia,
el Señor es contigo.
Bendita tú eres
entre todas las mujeres,
y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros, pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte.
Amén.
Que tengáis un buen día.
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